jueves, 31 de julio de 2008

POR FIN!!



Pues eso, que vamos que nos vamos.... yo espero disfrutarlo al máximo y espero que hagáis lo propio. Lo que se suele hacer en vacaciones, lo qué os de la gana.

Eso es lo que pienso hacer yo, ni más, ni menos. Hacer exactamente lo que me apetezca en cada momento, sin horarios ni calendarios.

Sí, es posible que también me apetezca escribir y es posible que si las circunstancias ‘técnicas’ lo permiten pueda colgarlo.

Y si no... nos vemos en Septiembre, como cuando los cates, qué siempre tiene su encanto.

Reparto de energía positiva y besos cariños. Razón Aquí , de vacaciones.

jueves, 24 de julio de 2008

¿NUNCA?

‘ Nunca serás feliz’

Sentenciabas mientras yo te dejaba tras esa puerta.

Aún hoy, cuando las cosas van mal, no hay jodida ley de Murphy qué valga, tus palabras vienen a mí como si fuese una maldición escupida desde un pozo negro de rencor, como si, después de todo, todavía pudieras hacerme más daño. Como si haber cerrado aquella puerta fuera un doloroso gesto inútil.

Entonces me enfado conmigo misma por permitírtelo, por permitírmelo... y, extrañamente, todo cobra sentido y la maquinaría se pone en marcha como si los engranajes sólo necesitasen un poco de aceite para volver a funcionar. Poco a poco, todo vuelve a su lugar.

Ya ves, después de todo, incluso en eso te equivocaste.

miércoles, 23 de julio de 2008

LA NIÑA AZUL

No soy OTeista... pero soy de emotividad blanda y lágrima fácil, vamos, de llorar a moco tendido con una solidaridad incomprensible por las emociones ajenas, sean del calibre y/o tipología que sean.

Ayer hice una excepción y me quedé a ver la Gala. Ganó Virginia y yo lloré emocionada, intentando contener la congoja (y las lágrimas) en extraños hipos ‘sorbidos’ (cómo si a alguien pudiera importarle lo que yo haga en el sofá de mi casa) mientras reía estrujando un cojín como si fuera mi llanto.

No conseguía definir el origen de esa emoción... pero estoy acostumbrada y me dejé llevar.

No soy OTeista, pero ayer, Virginia y OT me emocionaron.

Enhorabuena Senador.

martes, 15 de julio de 2008

CONJUNCIÓN


Han transcurridos sólo algunas horas y mi cuerpo todavía reacciona con corrientes húmedas inundando mi vientre al pensarte.

Mordía tu piel buscando esos gemidos, provocando pedazos de delirio sin control, persiguiendo quimeras a mi antojo por tu cuerpo desbocado. Me guiaba el deseo, tu deseo entrelazado al mío.

Engullo tu sexo y lo siento crecer entre mis labios, hincharse acompasado a los vaivenes de mi boca.

Sobre ti, a horcajadas de tu deseo te clavo lentamente hasta que desaparecen los espacios.

Tomo tu mano, chupo tus dedos uno a uno, lamiendo despacio, empapándolos de mí, relamiendo glotona y sintiendo los envites de tu pelvis que buscan desesperadamente abrirse camino entre mis muslos. Los guío, resbalando por mi piel, descendiendo entre mis pechos hasta hacerse un sitio entre mis piernas y tu miembro, en el vértice angular que trémulo te espera.

Cabalgo marcando el ritmo, todos los ritmos, dominando las melodías. No permito las distancias, no acepto los cambios. Ahora no, no hay concesiones.

Aprieto tus manos hundidas entre mis labios, rozándome hasta arrancarme un gemido roto que enlaza con tus jadeos.

Despacio y victoriosos, se alzan a la par en esa extraña conjunción que a veces sucede... hasta hacerme llorar, derretida, desarmada...

lunes, 14 de julio de 2008

FRÁGIL


Me sorprendió su fragilidad. No la esperaba y fue como si, al girarme en un desliz descuidado hiciera tambalear una pieza de fino cristal tallado que había permanecido durante siglos inamovibles en un lugar elevado.

Pero, al romperse, descubrí maravillada mil pedazos multicolores brillando para mí a escasos centímetros de mis pies y contemple absorta la delicadeza de cada pieza desde un calidoscopio distinto a todos por los que antes te había contemplado.

Esa fragilidad, que tanto tiempo te has esforzado en ocultar, no te hace sino más hermoso a mis ojos.

Lo que lamento, es haber tenido que romperte el corazón para descubrirla y saber que no hay forma de recomponer esos pedazos.

jueves, 10 de julio de 2008

ENROQUE


Te escondiste detrás de la torre intentando eludir un jaque mate inevitable.

Desde las almenas, una morenaza de ojos verdes, en un sencillo aleteo de pestañas te lanzó una madeja de sueños al rescate. Tú le prometiste la luna y ella te troqueló el corazón en un trueque inesperado, haciendo pedacitos de colores con tus promesas y dibujando besos en la cara oculta de la luna.

Tu reina avanzaba, tirandose a su paso a peones, alfiles, caballos – a estos últimos más bien los tumbaba - e incluso alguna dama despistada que confundió las blancas e inmaculadas losas con el camino hacia su purgatorio. A ella todo le daba igual con tal de arrasar hasta llegar a ti dejando un rastro que oliera a victoria anunciada.

La torre cayó, arrollándolo todo a su paso y, con tanta fortuna en la jugada que aplastó a la reina mientras rodaba sobre el tablero, a un lado y al otro, rifi-rafe, roza que te roza, frus-frus. Pero a ti no te importaba, claro, enfrascado como estabas en el revolcón apoteósico del vaivén de la vida, que carajo te iba a importar lo que sucediera bajo aquella torre, enrocado y bien enroscado (tú y la morenaza) como estabas.

Quisiste dejarlo en tablas y tu reina, más puesta que muerta, intentó un mal paso de baile que le dejó la cadera rota y una cojera de por vida.

martes, 8 de julio de 2008

YA NO



Hoy me he dado cuenta de que ya no te amo… Y ha sido como despertarse ante un día frío poblado de grises, frente a una ventana de indiferencia helada con los músculos laxos y la apatía pugnando por escaparse de mi estomago.

El café ya no tiene sabor. El mármol de la cocina es una bandeja de despropósitos y en el fregadero se acumulan los sueños rotos.

Las sabanas blancas se arremolinan sobre tu cuerpo desnudo y me parecen un sudario que envuelve un cuerpo inerte. Un cuerpo que ya no siento como mío, una piel que no me provoca estragos. Un muerto para una muerta.

Deambulo por unos rincones extraños, me asfixió entre cuatro paredes desconocidas y siento algo oprimiendo mi pecho.

Hoy me he dado cuenta de que ya no te amo, y querer decírtelo se convierte en una guerra donde el verbo es un puñal afilado y cada herida una victoria que nos arrastra sin remedio hacia la derrota.

Salir de una habitación dónde la puerta esta cerrada a cal y canto con gruesas cadenas y candados es como pretender salir hoy de tu vida.

Trato de mirarte a los ojos y buscar un rescoldo de aquello que fuimos, de esa ternura que un día anido entre tus castaños. Pero no siento nada. Mi cuerpo flojea ante la perspectiva de estar muerta.

Porque debo haber muerto para haber dejado de amarte.

Yo, yo que te amé hasta el delirio, con el alma encendida y el deseo vibrando en todas las fibras de mi ser. Yo, yo que te ame con promesas, con un para siempre, con infinitud pertinaz.

Yo ya no te amo. Se coló entre el aire de la ventana una tarde de otoño y el viento lo arrastró en pos de otros ojos, tras otra boca que susurrara palabras en mis oídos, en busca de una piel que quemara la mía.

Ya no te amo… sin saber muy bien porque, como o cuando ha llegado este final. Contemplo mis manos blancas extendidas ante mí. Son tan reales como tú, agarrotado a la tierra como un árbol centenario. Pero a ellas las siento mías y a ti un simple extraño, un desconocido.

Ya no te amo… y el descubrirlo ha sido un golpe certero atravesando mi alma… y yo no sé si reír o llorar, porque hoy, no sólo me he dado cuenta de que ya no te amo, sino de que me da igual.