lunes, 14 de julio de 2008

FRÁGIL


Me sorprendió su fragilidad. No la esperaba y fue como si, al girarme en un desliz descuidado hiciera tambalear una pieza de fino cristal tallado que había permanecido durante siglos inamovibles en un lugar elevado.

Pero, al romperse, descubrí maravillada mil pedazos multicolores brillando para mí a escasos centímetros de mis pies y contemple absorta la delicadeza de cada pieza desde un calidoscopio distinto a todos por los que antes te había contemplado.

Esa fragilidad, que tanto tiempo te has esforzado en ocultar, no te hace sino más hermoso a mis ojos.

Lo que lamento, es haber tenido que romperte el corazón para descubrirla y saber que no hay forma de recomponer esos pedazos.

7 comentarios:

Senador Palpatine dijo...

Y no hace falta decir más.

Es como un latigazo, como un mundo en un sólo párrafo, como una vida encerrada en unas pocas líneas.

Todo está dicho, preciosa, sin necesidad de adornar la verdad desnuda.

Precioso.

Tesa dijo...

La fragilidad no se puede ocultar, se transparenta siempre a través de grietas en la coraza. Es que, a veces, no queremos ver lo que no quieren mostrarnos, es más fácil para ambas partes.

Somos como mamá gallina ¿cómo deshacernos del sentimiento protector?

Dana dijo...

¿ Esta todo dicho? ¿No existen las segundas posibilidades?
Toda una vida siempre me pareció demasiado tiempo Senador. Incluso para un corazón roto.
Besos.

¿ Se me ve el plumero Tesa? :) No, hay cosas que no se esconden, pero se intentan ocultar con tanto ahínco qué incluso uno mismo termina por creérselas.

Anónimo dijo...

Maravilla de imagen en cinco frases.

Eres grande, Dana, muy grande.

Victor Manuel Jiménez Andrada dijo...

Que bonito lo has contado. Las personas somos así de frágiles.

Dana dijo...

Pequeñita Gilraen, que aún estoy en edad de crecer. :)Tú sí que vales, guapa.

Y yo que siempre me había considerado fuerte Victor... y me descubro descubierta :)

ambrette dijo...

En ocasiones, con paciencia e infinito amor mutuo las piezas pueden volver a unirse , aunque la superficie dejará de ser inmaculada y uniforme para pasar a ser imperfecta.
Pero es esa misma imperfección la que despertará nuevos brillos, nuevos reflejos, una nueva, más rotunda y más creible belleza.