jueves, 14 de mayo de 2009

LAS MANOS


Estamos en esa época del año en la que, al contemplar mis manos, no parecen pertenecer a la misma persona y puedo contemplarlas como a dos desconocidas, a pesar de la familiaridad que hay en el tacto.

La izquierda luce ya un tono tostado por el sol mientras la derecha conserva aún cierta palidez invernal.

Pero, no pienso renunciar al vicio de conducir con la ventana abierta por ello y, por descontado, no voy a plantearme conducir un coche inglés.

Contemplarlas, con esta nueva perspectiva, me hace ser consciente de ellas y también de su importancia.

Mis manos son pequeñas. No cabía esperar otra cosa de mi metro y medio, no albergan unas manos grandes pero, supongo, que siempre envidié los dedos de pianista de mi hermana, largos y delgados, tal vez por ello, un buen día en el que mi padre cejó en su empeño para que dejará de morderme las uñas yo decidí llevarlas largas por propia voluntad.

Algunos lunares dispersos de forma indisciplinada por el dorso, un anillo en la mano derecha y pocos aditivos más, ni siquiera me pinto las uñas.

La piel es suave y, sin embargo, su aspecto no es para nada frágil.

El dedo corazón de la mano derecha, a pesar del tiempo que hace que no escribo “a mano” conserva los vestigios de un pasado estudiantil en el que tomaba apuntes y escribía diarios.

Mis manos son mi vida. Son un mapa de lo que he vivido. Lucen cicatrices, ambas con el mismo orgullo, de mi paso por el mundo, de mis aventuras, de mis desventuras, de lo que he vivido y, probablemente, lleven la marca de lo que aún me queda por vivir.

En ellas, sin demasiado esfuerzo, se puede leer mi pasado. Son tan conscientes de todo lo que me sucede y se encuentran tan implicadas en mí y mis emociones, que cuando sufro son las primeras en ser cómplices de mi dolor y las encargadas de transmitir y exteriorizar lo que siento.

Mis manos son vida. Son capaces de hacer grandes prodigios y pequeños milagros cotidianos.

Son ellas las que convierten mis pensamientos en palabra escrita. Ellas las que consiguen transformar mi amor en caricias, las que convierten en ternura un gesto, las que deslizan placer por la piel hasta atravesar los sentidos, las que dan la vida a quienes amo en cada instante, en cada roce fugaz e incluso en esos pequeños momentos en los que se mueven creando para ellos y aparentemente no les ofrecen nada.

Mis manos son muy importantes para mí. Significan mucho y representan muchas cosas que amo.

Mis manos significan vida.

¿Cómo son tus manos?


17 comentarios:

Senador Palpatine dijo...

Tus manos son mágicas. Tejen palabras que me arracan el alma, que me envenenan la piel. Letras que me atraparon, antes incluso de que su dueña me robase el corazón y se lo quedase para siempre.

Mis manos... mis manos son pequeñas y torpes. Inútiles porque jamás te han tocado y seguramente no sabrían cómo hacerlo.

Te sueñan y te dibujan cada noche, en tu ausencia y se humedecen en un imposible, incapaces de hundirse en el cuerpo que imaginan y desean.

Obviamente esto es sólo pseudo literatura barata de un viejo cabrón derrotado.

Obviamente...

Doris dijo...

Mis manos tambien son pequeñas, delgadas,morenas y de dedos largos pues tambien soy pequeña de estatura 1.52 mts., ahora mi mano izquierda luce una fractura del dedo meñique pareciera en un principio que esto no tendria importancia, pero me di cuenta que cada pieza en nosotros es importante y util ¡cuanta falta hace este pequeño dedo! aunque sea el izquierdo, tambien escribi algo sobre las manos en mi blog no tan lindo como tu lo haces pero tambien ahi esta plasmado, me da gusto leerte de nuevo, espero te hayas divertido mucho en esas bien merecidas vacaciones.

Dana dijo...

Obviamente, Sena, haces bien en aclararlo porque, alguna se podría creer que hablas de ella y pseudo sentirse la mujer más afortunada del mundo.

Obviamente, yo ya sé que eres un cabrón, aunque eso no cambie ni un ápice lo que siento.

¿Puedo permitirme el dudar sobre la inutilidad de tus manos? Me temo que ese va a ser mi capricho de hoy y no puedes negarmelo.

Dana dijo...

Seguro que te estas juzgando demasiado severa Doris, me pasaré a leerte. Espero que esa importante pieza se recupere pronto.

Xhavi dijo...

Mis manos son grandes y con largos y delgados dedos que permiten agarrar un balon de baloncesto sin necesidad de ambas o deslizarlos, más o menos precisos, entre las cuerdas de algún viejo y enchufado instrumento.

Mis manos me permiten acariciar preciosas nalgas, mis dedos me regalan pellizcar erectos pezones e incluso consiguen llegar a perderse de vez en cuando en alguna húmeda y deliciosa profundidad femenina.

Mis manos me permiten estrechar lazos y sellar fidelidades, me permiten urgar en mi nariz y sostener rubio americano o enrollar felicidad mezclada con tabaco.

Con ellas puedo sujetar mi virilidad cuando la necesidad aprieta, ya sea urinaria u onanista, y sobretodo me permiten tocar a quienes quiero, enredar mis dedos en el pelo de quien amé y de quién aún amo, y me permiten dibujar siempre un hasta luego.

En el corazón izquierdo un punto negro se asoma bajo mi piel producto de un rotring asesino clavado a traición por mi más querido compañero de fátigas, como un tatuaje producto de las vicisitudes de la educación general básica, y alguna peca suelta asoma vergonzosa en mis dorsos óseos y poco carnosos.

Mis manos son activas, tocan y se mueven constantemente, pues el tacto es una necesidad vital de la que abuso enormente y que me permite expresar todo cuanto quiero a quienes más quiero.

Tesa dijo...

Mis manos son pequeñas de dedos proporcionados con la palma, finos. Me cuesta encontrar talla en los anillos que me gustan.
Mis manos manipulan, trabajan, inspeccionan, comunican, soportan.
También acarician y mecen ...como las tuyas.
:)
Besos, Danita ...y un apretón de manos ¿no?

Gilraen dijo...

Describir mis manos. Ejercicio difícil cuando las palabras certeras para hacerlo se me escapan.

Grandes, huesudas, adornadas por diez dedos alargados y finos que terminan en unas uñas siempre sin pintar. En permanente movimiento. Incapaz de hablar sin que ellas actúen como por propio impulso.

No importa la forma ni el tamaño sino el tacto: yemas capaces de dibujar mil formas y escribir mil palabras sobre otra piel.

Astrágalo dijo...

Mis manos son firmes con la pluma, con el saludo, tiernas en el amor y fuertes cuando quieren agarrar lo que deseo...deviles ante la tristeza y la soledad.

Un abrazo.

Dana dijo...

Interesantes manos Xhavi. Además, no necesitan de un relaciones públicas, ellas solitas demuestran lo que valen. :P

¿Tan grandes? ¿En serio? Mira que los hombres tenéis facilidad para confundir el tema de los tamaños. ;-)

Yo también soy muy sobona y me cuesta entender como la gente puede resistirse al contacto físico. Es tan placentero, tan cálido y tan cercano.

¿ Sólo puedo apretarte las manos Tesa? Porque yo a ti te estrujaba enterita.

¿ Sabes Marian? Me apetece mucho ver como se agitan esas manos para mí.

Breves y concretas Astrágalo. Además, se nota que te gustan tus manos.

Gracias a TODOS.

d_lee dijo...

Mis manos son bonitas e imperfectas.
En ellas quedarán para siempre reflejadas pequeñas anécdotas de mi vida, como una secuela de un accidente, o mi gusto por cortar el buen jamón.
Son mis segundos ojos, indispensables en el período en que éstos no funcionaron, o cuando por o sin mi voluntad se apaga la luz en una estancia.
Las uso para cubrir mi rostro cuando no quiero que nadie me vea llorar, o para retirarme el pelo hacia atrás y mirar a cara descubierta.
Mis largos dedos de pianista sólo alcanzaron tocar flautas ( no va con segundas, jaja ), y se han fracturado en numerosas ocasiones… de todas sólo recuerdo la desesperación de no contar con ellos.
Como adornos una peca en la izquierda, y un aro de oro en la derecha.
Mis uñas, largas y duras a la par que flexibles son una extensión más de mis dedos que utilizo para teclear, cortar malas y buenas hierbas, pellizcar piedras maleables, rascar, acariciar… y si se me rompen me fastidia igual que si se tratara de un hueso.
Pintadas sólo en ocasiones muy especiales, resultan el mejor complemento para mis dedos, y dicen que cuando las muevo al hablar resulto más femenina.

Ellas tienen para mí un punto fetiche ( odio los pies ) y soy capaz de sentir pasión admirando unas bonitas y fuertes manos de hombre.

Xhavi dijo...

Dana,

No dije enormes, sólo grandes, así que no existe confusión posible.

Tengo las manos pelín desproporcionadas, otras cosas ya ni te cuento. :P

d_lee,

Compartimos fracturas por doquier, se me olvidó comentarlo, pues únicamente tengo indemne el gordo de la derecha, los demás sufrieron rupturas trágicas pero se recuperaron y estan dispuestos a intentarlo de nuevo. ;)

blanca dijo...

como son mis manos? mis manos siempre acompañan mis conversaciones, mis gestos, mis pasiones, siempre suaves no soporto la aspereza, no puedo ver un padrastro ni una herida enseguida lo soluciono, pero mas que mis manos creo que son mis uñas las que mejor me definen

a mis uñas jamas las pierdo de vista, tienen que estar siempre perfectas, largas, no soporto que una uña este mas larga que otra, pulcras, ni una mota ni una mancha, con un poco de laca de brillo o tonos beige y en alguna ocasión las pinto de rojo, muy de tarde en tarde, solo cuando realmente lo necesito, solo cuando la ocasión lo merece

por cierto dos están muy retorcidas, por mas que intento enderezarlas a base de lima rápidamente se vuelven a retorcer... cuando decía yo que mis uñas me definía mucho mejor que mis dedos era por algo

en cambio siempre me fijo en las manos de un hombre, no miro sus ojos, ni su boca, ni su culo, ni siquiera su entrepierna, sus manos sus dedos me atraen como un imán son mi fetiche, tal vez por que mientras hablamos me figuro lo que podria estar haciendome con esas manos, con esos dedos...

no te quejes si no me ves mirándote a los ojos quejate si no me ves mirandote las manos

d_lee dijo...

Pues esta noche a mordernos todos las uñas y a aplaudir mucho... Nuestras manos van a tener mucha faena hoy!!!

Suerte para todos menos para el Manchester!!!!!!

Xhavi dijo...

d_lee,

Yo espero esta noche amar las manos de Valdés para la eternidad.

chiri dijo...

Yo también he contribuido aquí.

Xhavi dijo...

Por cierto, hoy me corté las uñas.

PD. Urge actualización, ni que sea para hablar del pancreas o el intestino grueso. :P

ambrette dijo...

Mis manos son grandes, de dedos regordetes. La piel luce siempre castigada por la acción del sol y por el contacto con la tierra.
Nunca pinto sus uñas porque exigiría un excesivo cuidado por mi parte que mi mayor afición se encargaría pronto de destruir.

Mi dedo corazón luce una dureza propia de largos años de afición al dibujo.

El reverso de mis manos está encallecido en la zona donde entra en contacto con mangos de azadas y tijeras de podar.

Son unas manos masculinas, a veces pienso que yo no soy su dueña porque cuando las miro viene la imagen de un ser absolútamente fantastico a mi mente: mi padre.

Y recuerdo al observarlas cuando me enseñaba a dibujar , cuando escribía filas interminables de ecuaciones enfrascado en los laberintos de su mente, cuando cogía entre sus manos las mias solo para pasear.

Son mis manos y son las suyas , son el recuerdo diario de un amor perdido.

Me gustan tus relatos Dana.
Saludos