jueves, 18 de noviembre de 2010

EL TOQUE





- Ay! Juan Luís… estoy muy preocupada.
- A ver, ¿ Que te ha pasado ahooora?
- Que disgusto Juan Luís. Que disgusto llevo.
- Pero mujer, me vas a decir que te ha pasado.
- Ay Juan Luís, que he perdido el toque.
- ¿ Pero qué toque? ¿ De qué toque estas hablando?
- Pues que toque va a ser hombre! Pues el toque, el toque, el puntito.
- ¡ Coño, que no te entiendo! Qué puntito ni que niño muerto.
- Desde luego Juan Luís, pareces tonto. Con el disgusto que llevo, a punto estoy de ponerme a llorar y tú tomándotelo a guasa.
- Qué no es eso, mujer… Venga ¿Qué puntito has perdido?
- Pues el toque, el puntito ese para hacerlo que te guste, que te quedes satisfecho y con esa sonrisa de oreja a oreja que me pones.
- Hombre mi amor… yo…. no sé.
- ¿ A qué sí? ¿A que yo la habías notado?
- Pues yo…
- Dilo Juan Luís, dilo sin miedo. Anda, dime que no te gusta como lo hago.
- Pero mujer, no te pongas así. No llores, no llores por favor que no es para tanto.
- Pero es que no me lo quieres decir. Y estas cosas tenemos que hablarlas. Si no te gusta es mejor que lo digas para que no lo haga más.
- ¡No!... que no, que no es para tanto.
- ¡Ah, pero algo ahí!
- Yo… yo… pero es que eso es normal mujer. Con el tiempo nada es como el primer día.
- Pero yo lo tenía… snif.… yo tenía ese feeling… snif.
- Adela, corazón… que no pasa nada. De verdad. Es cuestión de ponerle ilusión y ganas, no de echarlo todo a perder.
- ¡ Qué no! Que yo sé que nunca nada va a ser como antes… que no me vas a querer igual.
- Mi amor, ven aquí… pero si yo te quiero igual. No importa… de verdad, eso no es lo más importante. Cálmate ya. Ven aquí, ven que te abrazo.
- Sí. Anda sí. Quiéreme un poquito.
- Adelita…
- Cariño
- ¿Sí?
- ¿ Si algún día ya no te gusta me lo dirás?
- Claro mi amor
- ¿ De verdad?
- Síiiii.
- Juan Luís…
- Dime.
- Juan Luís… ¿ Quieres hacerme el favor de probarlo?
- ¿ Ahora?
- Sí por favor. Significa mucho para mí.
- Bueno.
Y Juan Luís desabrocha sus pantalones y los deja caer junto a los calzoncillos a sus pies.

- ¡¡ Pero Juan Luís!! ¡¡ Por Dios!! ¿ Qué coño estas haciendo? ¿No pretenderás comerte el plato de macarrones con la PO..., con ESO ???

5 comentarios:

Xhavi dijo...

Pues a mi los macarrones me salen de cojones.

No digo más. :P

Anónimo dijo...

Ay Danita, qué alegría volver a verte por este tu blog, el de siempre, el de casa ;)

Y con esta historia de los macarrones (ya veo que Xhavi sabe darles el puntito...) que siempre me encantó.

No time for more by instance, pero te sigo, que ya lo sabes tú.
Un beso enorme guapísima.

Gilraen dijo...

Jo, la falta de costumbre... sorry, sorry.

Doris dijo...

Muy divertido Dana jajajajajaja me encanta como escrbes, cuidate.

Dana dijo...

Yo, no dudo de tus puntitos Xhavi, ni de tus puntazos. ;.)
Gilraen… ese acento inglés es inconfundible. :)
Ya me cuido ya, Doris… y me río. Gracias por volver.